16.9.11

lo absurdo del lujo

sería algo grosero por mi parte definir al lujo como una cadena de imbéciles que impide el avance del mundo.

mucho más terrorífico resulta el hecho de que puedo argumentarlo.

desde un nivel más cínico y mundano podemos describir el lujo como una serie de productos cargados de un excesivo aporte de valor añadido. obsérvese la tontería más evidente de todas: valor añadido. se paga un diezmo en producto y noventa veces en "concepto", digamos... aire. desde esta primera aproximación, es como mostrar orgullo por ser víctima de una estafa que, no obstante, es avalada por una marca puntera y de mucho prestigio. generalmente detrás de estas marcas de prestigio suele haber un fondo de inversión de algún tipo; es lo que suele salir cuando se tiran de estos hilos. personas que pretenden ostentar las riquezas que han defendido con uñas y dientes, arrebatándoselas a gente con menos ventaja, las dilapidan regalándoselas a entidades notoriamente más poderosas, a cambio acaso de la protección de un paraguas inmaterial, la pertenencia a una supuesta élite más o menos numerosa. de esta manera, se garantiza que el dinero (véanse los recursos y la deuda que representa) siempre viaja hacia arriba, se retira de la circulación entre los estratos que generan riqueza, quedando concentrado en los que no la generan, pero la acumulan; con la bonificación y protección de la fidelísima pleitesía de los consumidores del lujo, que siempre querrán más, sin cuestionarse el trabajo y propósito para el que realmente están sirviendo. la primera en la frente: se tributa a las élites, intentando imitarlas.

no obstante, este tributo profundiza en un segundo nivel de análisis.

es muy frecuente observar, tanto en productos genuínamente gravosos, como en posicionamientos de márketing que quieran aproximarse al tono "luxury", unas nubes semánticas muy similares, donde abundan las palabras "único", "exclusivo" o "auténtico", por tomar una ínfima muestra. lo "auténtico" pretende necesitar de la imitación. sin la copia, no se puede tasar el valor del original, que se quedaría en el anecdótico objeto artesano o el simple prototipo. es la copia barata lo que hace caro al artículo. el delirio mesiánico de lo dominante, a través de la copia industrial, del "quiero y no puedo" enfrentado al "pero yo si puedo". "único" y "exclusivo", como la etimología del segundo término indica, excluyen. un producto escaso, solo disfrutable por su dueño o acaso por una pequeña élite de "connaiseurs" que pueden permitírselo. en lenguaje de cachorro humano de dos años de edad "mío, no tuyo". admirable, verdad? en general los conceptos del lujo se revelan pueriles y pusilánimes si los despojamos de su aura falsamente sofisticada. realmente, el lujo da vergüenza si lo observas desde la inteligencia. vergüenza y un cierto asco. se rodea de pieles y otras partes de animales extintos, de metales escasos o piezas extraídas furtivamente a la historia. pretendiendo trascender a la ética, más bien depende de su falta para darse sentido. el lujo empobrece la humanidad del individuo y de la sociedad que habita, detiene el avance de la civilización y huye de la inteligencia para instalarse en el poder como fin último, la meta del nihilista moderno venido a más para llegarse a menos.

es más una cuestión de higiene que otra cosa. el lujo nos sobra.

3 comentarios:

Jabones Solea dijo...

Ole Javi, si tienes una estrella es por algo!

Nacho dijo...

Te comprendo, pero ¿y si el fruto de tu trabajo -tus canciones o tus fotos o tus diseños- se convirtieran en un codiciado objeto de deseo y los amantes del lujo pujaran por ser los únicos en poseer tus obras ¿No se estaría dando la vuelta a la tortilla? ¿No estaría el flujo de dinero cambiando de dirección y provocando una distribución de la riqueza más equitativa?
El otro día me encontré con una página que se llamaba million dollar stereos o algo así, que haya idiotas que se gasten esa pasta en un equipo de música implica que hay una empresa generando empleo y riqueza produciéndolos, de alguna forma, lo que roban vuelve a la gente.
Felicidades por el blog compañeiro!

javitrino dijo...

gracias por el feedback, muy necesario. os animo a hacer más, porque el debate enriquece esto muchísimo.

el coleccionismo es una forma de lujo bastante curiosa, si... igual que el coleccionismo del arte, que es una curiosa derivación del fetiche. ahora bien, a la persona autora de las obras de arte se le otorga un rendimiento que efectivamente es generoso si hay suerte. pero en el mercado del arte de siempre apenas había margen para quien perpetraba las obras y mucho más para quien traficaba con ellas, generalmente a lo largo de los años, como en el famoso caso de van gogh y sus girasoles.

quizá lo que trato en este post es el absurdo del valor añadido y su uso como herramienta para hacer de "aspiradora" del aparato productivo de una sociedad. es muy cierto que la naturaleza del fetiche da para u post aparte, muy profundo y analítico. no se si animaros a desarrollarlo o advertiros de que viene un buen ladrillo... a ver si lo escribo!